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La incomprensión legislativa del principio fundamental de la economía,
como lo es el estudio del modo en que la sociedad gestiona sus escasos recursos ante una cantidad ilimitada de necesidades, adquiere particular importancia cuando este tipo de recursos es de carácter público, y sobre todo en tiempos en los que la crisis financiera mundial sacude económicamente a Costa Rica.
Dice un adagio que “Gobernar es administrar”. Esto implica que quien procure realizar el buen gobierno, debe administrar los recursos públicos con un alto grado de responsabilidad, ética y previsión, pues con ellos el Estado deberá solventar infinitas demandas con grados de complejidad y diversificación de funciones cada vez mayores.
Proyecto durmiente. En esta línea, hace casi un año se presentó, a la corriente legislativa, un importante proyecto de ley, expediente N.º 17.068. Con este se procura incluir el principio de responsabilidad presupuestaria mediante una reforma parcial del reglamento de la Asamblea Legislativa; pero, tristemente, el proyecto descansa en el sueño de los justos, al igual que otra enorme cantidad de reformas necesarias para devolver la gobernabilidad a nuestro país.
Dicho proyecto tiene la finalidad de establecer una sana práctica legislativa tomada del derecho comparado de países como Chile, Nicaragua, Perú y Venezuela, la cual consiste en determinar previamente el cálculo de gastos requeridos para una inversión eficiente que impulse y lleve a buen término los proyectos que se propongan, sin dejar este apartado al libre albedrío del Estado, el cual en muchos casos no halla dinero suficiente para satisfacer la ejecución de un sinnúmero de iniciativas.
Lamentablemente, mientras los diputados sigan siendo evaluados por la opinión pública bajo criterios como número de proyectos de ley presentados a la corriente legislativa; totalidad de leyes aprobadas durante sus cuatro legislaturas; cantidad de apariciones en medios de comunicación, todo esto sin tener en cuenta la calidad de las mismas y la aplicación efectiva de lo dispuesto por ellas, seguiremos siendo un país sumergido sólo en la discusión de quimeras.
Publicado en la Nación el 28/04/2009.Ver aquí

Nacido en los primeros días del mes de diciembre del 2000,
bajo el liderazgo de notables disidentes de otras fuerzas políticas,
académicos,
ciudadanos en general, nació el Partido Acción Ciudadana, el cual hastiado con la forma tradicional de hacer política en nuestro país, proclamo honradez, transparencia, compromiso, así como una larga serie de principios loables, los cuales luego guardarían en un cajón junto con el recuerdo de lo que pudo haber sido, pero no fue, un partido político.

Muchas fueron las expectativas puestas en este fruto divino, el cual carente de todo pecado pero integrado por pecadores, encontró en la figura de un pecador más como Ottón Solís, aquel líder que emergía bajo el destello resplandeciente de un nuevo amanecer, en la realidad política de nuestro de país.

Su inicio fue con el pie derecho, logrando en su primera contienda electoral aglomerar a toda una masa amorfa la cual descontenta con el bipartidismo tradicional, por las más variadas razones, le genero el 26% de los votos en el 2002, logrando consolidarse de la noche a la mañana, como la tercera fuerza política de importancia.

Lamentablemente las dulces mieles del éxito poco le durarían, pues inmediatamente vendría su primer y máximo revés, la creación de su enigmático y turbio código de ética, el cual por diferencias en su interpretación, obligaría a la renuncia de 6 de los 14 diputados obtenidos por este partido en el periodo 2002-2006, situación que los motivo a tomar las precauciones del caso, para que esta situación no sucediera de nuevo, así que reforzaron sus controles y al mejor estilo de la escuela de la ñiña pochita crearon una escuela dogmática para aquellos de sus militantes quienes aspiraran a un cargo de representación popular en la próxima administración.

No obstante para sorpresa de muchos el PAC logró sobreponerse ante el éxodo masivo de sus diputados durante la administración Pacheco, y en las elecciones presidenciales del 2006, alcanzaría convertirse en la segunda fuerza política, quizás gracias a los escándalos de corrupción destapados en 2004, quizás gracias al efecto adverso que generaba una nueva candidatura de Oscar Arias, quizás a muchas otras cosas más, la cuestión es que el PAC consiguió convertirse en la más grande oposición no sólo al gobierno de turno, sino al desarrollo mismo de este país.

Con el paso del tiempo el PAC fue sumando revés tras revés, hasta hacer de él la constante y su máximo compañero, pues a estos vinieron los escándalos de la diputada Nidia González, la controvertida renuncia de la diputada Sadie Bravo por aparentes problemas personales, el escándalo con la obtención de tierras del IDA por Ottón Solís, la historia del carretillo y claro la desobediencia de la diputada Morales a la santa voluntad de su patrón, la cual ha desembocado en su renuncia.

Ha quedado claro así que lo que un día fue una resplandeciente luz de esperanza en la política nacional, ha sido eclipsada por la lúgubre actuación de sus diputados, por su intolerancia, por su doble discurso, por su irrespeto a la voluntad del pueblo, entre muchas otras cosas más, lo cierto es que hoy con la salida de la diputada Morales de las filas del PAC, este ha iniciado su propio  ocaso.

Siempre es la misma historia,
cada día saltamos a la cancha con la esperanza que hoy sea diferente,
pero al final de la jornada siempre perdemos, algunos días es sólo uno, otros días perdemos dos, tres o cuatro, los accidentes de tránsito en nuestro país lamentablemente no cesan. ¡Que tristeza! No son goles, son víctimas.

El acumulado de nuestra inacción sólo es comparable en cifras futbolísticas con lo que le adeudan los clubes de nuestra primera división a la CCSS, así como en los cientos de millones de colones que esta trágica realidad le cuesta al Estado, el cual sólo el año anterior pagó ¢7.300 millones en incapacidades, atenciones médicas e indemnizaciones por personas fallecidas en accidentes de tránsito.

La comparación que realizo puede parecer burda, pero lo hago con el fin de llamar la atención de ese “homo futbolisticus” que vive en estos días dentro de cada uno de nosotros, además créanme se adapta a esa cualidad mejenguera, charanguera y de agarrar todo en vacilón, con la que muchos de nuestros compatriotas tristemente le hacen frente a esta vida.

Al mismo tiempo la comparación resulta muy atinada a la hora de buscar los aparentes culpables, pues una vez más en este tema también la culpa pretende ser endilgada a los estadios, árbitros, directores técnicos, preparador físico y directivos En nuestro caso particular entiéndase infraestructura vial, tráficos, ministra de transportes, revisión técnica y nuestros señores diputados respectivamente, antes que ponernos a pensar que los que saltamos a la cancha somos nosotros, los conductores.

Las cosas no marchan bien, en el ranking mundial del 2007 de accidentes de tránsito no de FIFA, Costa Rica ocupaba el cuarto lugar como país en el mundo con más heridos por accidentes de tránsito, de acuerdo con las estadísticas de la revista inglesa, The Economist, así como también ocupaba el lugar 16 en el mundo, en las cifras de muertos en accidentes de tránsito, el tercero de América latina, después de Colombia y Honduras.

Por todas estas razones anteriormente citadas, el pasado sábado 21 de junio, el grupo de Juventud Fuerza Verde organizó la primera Copa de Fútbol 5 “Natalia Trejos Sánchez: ¡Por una Costa Rica segura!”, la cual contó con la presencia del señor Presidente de la Asamblea Legislativa, Dr. Francisco Antonio Pacheco a quien se le entregó un manifiesto exhortando a los diputados a la pronta aprobación de la reforma a la Ley de Tránsito.

Aquel día jugamos por la vida, jugamos por Natalia, le pasamos el balón a los señores diputados, para que anoten tan siquiera un gol, en el partido que todos los días se juega en nuestras vías.

Una de las más recientes publicaciones del Instituto Interuniversitario de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca denominada “Elites parlamentarias iberoamericanas”,
realizó un estudio en el 2006 a los miembros de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, en donde en uno de sus rubros “Disciplina Partidaria”, se les consultó a cada uno de nuestros diputados, ¿Sí estarían de acuerdo con la expulsión de aquel parlamentario que vote contra las directrices del partido?

Tal estudio a nivel general mostró que un 78% de los 57 diputados, se muestra en contra de esta fuerte y polémica medida, mientras que por partido político la división más acentuada se da entre los parlamentarios del PAC, donde un 41% de ellos se muestra partidario de la expulsión frente al 59% que dice estar en contra de esta medida, a esta agrupación le sigue el PLN con un 24% a favor frente a un 76% en contra, seguido muy de cerca por el PUSC con un 20% a favor frente a un 80 % en contra; y para finalizar el ML donde el 100% se manifiesta en contra de esta draconiana medida.

Comento todo lo anterior, pues viene mucho al caso con la ya conocida cacería de brujas que se ha dado en el PAC a la diputada Andrea Morales, desde que ella en una actitud de valentía y respeto por la voluntad popular del pueblo, decidió no ser participe del obstruccionismo parlamentario, puesto en práctica por su partido en buena parte de la aprobación de la agenda de implementación del Tratado de Libre Comercio.

Por otra parte, si bien ella no ha manifestado explícitamente su interés de marcharse de esta bancada, es claro que ella no se siente a gusto dentro de la misma, pero no quiere claudicar ante las presiones de muchos de sus copartidarios, quienes tampoco se encuentran a gusto con la presencia de esta joven entre sus filas, pero no le dan el gusto de expulsarla de ese partido, pues al parecer para algo sí ha servido su famoso código de fuerza.

No obstante las presiones hacia esta joven y ejemplar diputada, lamentablemente no han mermado, en los últimos días la diputada nombró como su asesora a la ex-candidata a alcaldesa por el PLN en Montes de Oca, lo que a las altas autoridades de su partido radicadas en el antiguo Colegio Sión ó en Miami, posiblemente les causó una fuerte indignación, por lo que inmediatamente demandaron el despido automático de esta señora, la cual elegida por sus capacidades y no por su color político, fue despedida.

La anterior situación resulta lamentable, pues mientras el PLN nombra al hermano del líder de oposición como jefe de despacho del presidente de la fracción liberacionista, en el PAC no toleran que la diputada Morales designe a una persona de otra agrupación como su asesora, al parecer el PAC no ha podido comprender que ser ético y profesional en su trabajo, no tiene que ver con partidos políticos; por el contrario tiene que ver con sus capacidades y el reconocimiento que merecen las personas de otras agrupaciones políticas, además que por salud de su propio partido, deberían de ser frecuentes las divergencias de criterios entre los que lo componen y no ser sólo la caja de resonancia de las directrices de un líder, que más que tener un partido político pretende tener un séquito de fieles.

Murió el PAC. Lo digo abiertamente: falleció. Los costarricenses se deben dar por enterados de que esa agrupación fue asesinada hace poco con balas de egolatría,
con misiles de irrespeto y con cañones de intolerancia.

¿Cómo podría seguir latiendo el corazón de un partido que prometió al país ser amante de “la diversidad y la pluralidad de pensamiento” pero que al menor atisbo de sana discrepancia opta por cortar cabezas?

Muerto y enterrado está, aunque ahora lo nieguen sus líderes que se vanaglorian de ser diferentes, amplios y abiertos, pero que sin vergüenza alguna son capaces de cerrar las puertas a los que piensan diferente. Sino que lo digan Andrea Morales, Josette Altmann, Humberto Arce, Rafael Varela, Juan José Vargas o Quírico Jiménez.

“Nuestro sueño es tener un país en el que quepamos todos”, nos decía don Ottón Solís en su programa de gobierno 2006-2010 (Pág.16). Claro, faltó especificar que se trata de un país lleno exclusivamente de los que piensan como yo, los que hablan como yo, los que respiran como yo, los que se peinan como yo. Yo, yo y solo yo.

¡Cuidado el estudiante de la “escuelita” que forma a los aspirantes a diputados rojiamarillos que se atreva a contradecir al maestro y su “lucha”, “Mí Lucha” (“Mein Kampf”, en alemán)!

¡Cuidado a la diputada joven que solo porque el Sí al TLC ganó en el referéndum y la población ya esté hastiada de este tema, busque legislar y agilizar las cosas en el Congreso para que el país pueda de una vez por todas darle vuelta a esta página!

Tajante fue don Alberto Salom el 2005 al señalar en una entrevista que el PAC no era partido de sindicalistas. No le creí. Hoy reconozco que tenía razón: el PAC no es partido de sindicalistas, pero tampoco de empresarios, mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, discapacitados, emprendedores y trabajadores.

El PAC no es partido porque no cree en la gente, porque se olvido de la tolerancia, porque su líder es capaz incluso de burlarse de la salud del Presidente de la República, porque está prohibido intercambiar ideas para construir un país mejor.

Ha muerto el PAC. Lo mataron.

La reciente renuncia del Ingeniero Rolando Araya Monge del Partido Liberación Nacional,
es sólo otro de los torbellinos internos que desata el paso de los bríos electorales cada vez más frecuentes con miras a las elecciones del 2010; que en el caso particular del Partido Liberación Nacional viene a sumársele a los ya conocidos casos,
como el retorno de Antonio Álvarez Desanti,
la eventual precandidatura de Laura Chinchilla y el más reciente conato de rebelión “anti-Arista” encabezada por el ex ministro de Seguridad Fernando Berrocal.

No obstante, profundizando en la renuncia del Ingeniero Rolando Araya Monge, caso particular que no sólo se presta para un análisis político, sino además para un acercamiento más humano, rememorando aquel relato bíblico de Caín y Abel (Génesis 4:1-16), el cual inaugura simultáneamente, tanto el vínculo fraterno como su aniquilación por medio del fratricidio, en la historia de la humanidad.

Se denomina fratricidio como aquel delito que consiste en dar muerte deliberadamente a un hermano, aunque en algunos países se condena también como fratricidio el dar muerte a un compañero de batalla, lamentablemente esto no parece respetarlo Don Rolando.

Como tantos otros que se han marchado de ese partido político, despotricando todo tipo de insultos y desprecios; imitando esta actitud, hoy Don Rolando Araya se marcha del Partido Liberación Nacional, que un día lo tuvo como diputado, ministro, secretario general y candidato a la presidencia.

Se marcha alegando en su carta que el Partido Liberación Nacional se encuentra secuestrado por la actual administración, en bancarrota moral e ideológica, caracterizado por el canibalismo político, donde no existen compañeros pero sí una macabra escena de puñaladas por cualquier puesto.

Se marcha nostálgico, perdedor y con dolor, recordando sus pocos triunfos políticos, pero en una actitud egoísta irrespeta que su hermano menor, hoy aspire a un puesto político que él no pudo conseguir, olvidando que para arremeter contra un compañero de batalla o contra su propio hermano, no hace falta estar en el mismo partido político, quizás por eso algunos después vuelven, implorando perdón y buscando una nueva candidatura.

Publicado en la Prensa Libre el 09/07/2008. Ver aquí

Publicado en Diario Extra el 11/07/2008. Ver aquí
El acalorado debate actual entorno al reconocimiento de una serie de derechos a la comunidad homosexual en nuestro país,
ha generado diversas reacciones entre los diversos actores de nuestra sociedad,
entiéndase iglesia, partidos políticos, así como diversos movimientos tanto a favor como en contra del proyecto de ley de unión civil entre personas del mismo sexo (Expediente 16.390), llamando particularmente la atención el extraño interés de los grupos opositores de someterlo al mecanismo del referéndum, lo que nos plantea importantes reflexiones, no sobre la conveniencia o no de su aprobación, sino acerca de la escogencia de este mecanismo para dirimir dicha polémica.
En una democracia como la costarricense, en la cual el respeto al principio de mayoría debe privar a la hora de resolver los más controversiales temas que sacuden nuestra agenda política, sin importar la cuantitativa diferencia entre posturas, pues mayoría simple es mayoría a fin de cuentas, no debe aceptar reclamos como los expresados por Abelardo Araya del Movimiento Diversidad, en cuanto a que lo derechos de las minorías no deberían estar a merced del voto de las mayorías, pues resultan completamente fuera de lugar en un régimen democrático como el nuestro.
No obstante, la molestia del Movimiento Diversidad en cuanto a que sea la oposición y no su movimiento, quienes buscan someter tal decisión al mecanismo del referéndum, resulta valida pero bastante ingenua, pues no analizan el fin estratégico que los grupos de oposición persiguen, además de paso libran de responsabilidad sobre un tema tan controversial a nuestros señores diputados, para que no tengan que pronunciarse sobre el mismo, no contaminando su discusión con intereses electorales ocultos y politiquerías.
Por otra parte también es posible presumir que la oposición, al someter tal decisión a referéndum, en caso de lograrse la obtención de 130.000 firmas, cantidad mínima para poder convocar la consulta, tenga plena confianza de un resultado favorable a sus intereses, puesto que lograr la afluencia a las urnas de 1,3 millones de costarricenses para que el resultado tenga un carácter vinculante, no parece ser tarea fácil, sobre todo en una sociedad llena de prejuicios como la nuestra, en la que quien vote a favor será calificado de homosexual y quien vote en contra será calificado de homo fóbico.
El referéndum sobre el controversial TLC fijó un importante referente para la democracia costarricense, y es de esperarse que el mecanismo siga siendo utilizado para dirimir los temas más controversiales como la unión civil entre personas del mismo sexo, fertilización in vitro, eutanasia, entre muchos otros, pero cuidado, este mecanismo implica una gran responsabilidad tanto para quienes lo proponen, como para quienes lo adversan, pero sobre todo para aquellos que con nuestro voto damos la palabra final.
Publicado en la Revista Democracia Digital Diario del 6 al 11 de febrero del 2009.
“La política es el arte de lo posible” dijo Otto von Bismarck,
fundador del II Imperio Alemán en 1871, sin embargo en nuestro país,
ciertos partidos políticos no han logrado entenderlo y mucho menos asimilar tal concepción aún y por el contrario se han empeñado en hacer de la política el arte de lo imposible.Sobran los ejemplos para señalizar esta imposibilidad política de construir, en la cual ya tenemos calendarios inmersos, quizás desde que en 1998 nuestro tradicional bipartidismo parlamentario ha venido experimentando un notorio debilitamiento.
El efecto multi-causal que ha ocasionado la presencia de diversos grupos políticos en nuestro congreso, ha obligado a estos a negociar, palabra extraña, ridícula y quizás hasta extravagante, en un congreso que siempre caminó gracias a una mayoría legislativa amplia ó algún pacto político entre los caudillos de la época.
Hoy si bien los partidos políticos continúan siendo liderados por caudillos, el pacto entre ellos cada vez se ha hecho más difícil, ya fuera porque los caudillos se encuentran resolviendo sus problemas legales para abandonar la reforma, impartiendo clases en Miami ó muy ocupados recogiendo basura en pantalón beige, mientras buscan cómo añadir un elemento social a la ideología de su partido que le permita encabezar una coalición en una futura elección presidencial.
Entonces para nadie es un secreto que el desconocimiento de la palabra negociar, ha sido el principal obstáculo en la gobernabilidad de nuestro país, sobre todo en el último tiempo donde hemos tenido que lidiar con el filibusterismo parlamentario del PAC y el berreo de algunos diputados de otras agrupaciones, que se han dado el gusto de chantajear amenazando con no dar su voto para los dos proyectos pendientes de la agenda de implementación del TLC, si no le cumplen su lista infinita de solicitudes o sí las cosas en materia de propiedad intelectual no se hacen a su modo.
Acaso no ven que están poniendo en peligro esta segunda y última oportunidad de acatar el mandato popular que dicen respetar, comprendo que las penas en materia de propiedad intelectual puedan parecer altas, pero lo cierto del caso es que ese proyecto (con las reformas que se necesiten hacerle) hay que aprobarlo para que entre en vigencia el TLC.
Señores del Movimiento Libertario con los tiempos legislativos no se juega, dejemos a un lado las rencillas partidarias, la negociación no siempre tiene que ser un juego de ganar o perder, de ustedes depende que esta pueda ser un juego ganar-ganar, así que porqué mejor no negociar unas cuantas mociones, antes que estropear todo el proceso.
Recuerden con el TLC todos ganamos.
Publicado en la Nación el 05/06/2008. Ver aquí

Tal vez yo no sea la persona más indicada para escribir sobre esto, mis vínculos con el entorno que rodea al Instituto Tecnológico de Costa Rica,
se resumen a ser un cartaginés y tener algunos amigos y familiares que estudian o estudiaron en este centro de estudios. Pero lamentablemente esto no me hace inmune a regarme las bilis con los constantes minutos de fama de su señor rector Eugenio Trejos.

Aunque me encuentro un poco cansado de esta sociedad monotemática en la que se ha convertido nuestro país de cara a la firma del T.L.C, todos los días me cuestiono sobre el mismo y la sobredimensión que algunos le han brindado o han querido brindarle para intereses suyos.

No sé, si en la actualidad se manejan datos sobre cuantos estudiantes del I.T.C.R, pertenecientes a las carreras de ingeniería en computación, electrónica, producción industrial entre otras engrosan hoy las filas empresas multinacionales como Intel, Hewlet Packard, IBM solo por citar algunas establecidas en nuestro país. Déjenme contarles que yo conozco algunos que trabajan ahí, y no son explotados por el capitalismo salvaje y demás vicios que algunos dicen representan estas instituciones del imperialismo yankee.

Por otro lado no se cuantos estudiantes de gestión en turismo rural sostenible o ingeniería en biotecnología, agropecuaria administrativa, agrícola son contratados por empresas multinacionales, o mejor aún son emprendedores que han formando medianas y pequeñas empresas que exportan sus productos fuera de sus fronteras. Déjenme nuevamente contarles que yo conozco algunos.

Será casualidad que los conocidos que tengo, que estudian o estudiaron en el I.T.C.R han topado con este tipo de suerte? Serán ellos los únicos que han encontrado o podrían encontrar trabajo digno y honrado en estas empresas que algunos tildan de tiránicas y tratan de espantar, con marchas pacificas, campañas anti-TLC u otras?

Yo creo que no, y si alguien cree que mis conocidos dentro del el I.T.C.R, han sido los únicos que han topado con ese tipo de suerte, pueden recurrir a esta institución o realizar un proceso de investigación para averiguar cuantos más estudiantes han corrido esta suerte, y cuantos más en caso de que se aprobara en T.L.C podrían resultar beneficiados. En todo caso, los números determinaran si esta suerte ha beneficiado a alguien más que mis amigos.

Este tipo de situaciones son las que me hacen regarme las bilis, y me motivan a escribir este artículo aún no perteneciendo a este centro académico. Y es que el CONARE tiene el descascaro de definirse como “representantes de las universidades públicas, al servicio del bien común y el mejoramiento de la calidad de vida de todas y todos los habitantes de nuestro país” Y yo no dejo de preguntarme como pretenden tal mejoramiento de la calidad de vida de todas y todos los habitantes de nuestro país, si su presidente, mismo rector del el I.T.C.R del que hemos venimos hablando es el principal espanta capitales de estas empresas u oportunidades de las cuales gozan o podrían llegar a gozar, los alumnos de la institución a la que representa.

¿Dónde está la preocupación, por los estudiantes del el I.T.C.R? No vaya a ser que este mas preocupado en salir en diarios, noticiarios, para hacerse una imagen, ahora que ha admitido públicamente que tiene aspiraciones políticas. Juzguen ustedes.

Con el pasar del tiempo los costarricenses nos hemos ido acostumbrando a todo tipo desdichas,
tan de moda en nuestros noticiarios y medios de prensa,
al punto que la costumbre nos ha permitido ir asimilando las desdichas como algo normal en nuestras vidas. La costumbre y el afán de querer encontrarle a este tipo de hechos una vaga justificación, están ejerciendo sobre nosotros un efecto adormecedor, que se pone de manifiesto en nuestras inexpertas conjeturas, entre las que se encuentran que este tipo de acontecimientos solo le ocurren a una determinada clase social de nuestro país, ya sea la más adinerada o necesitada; o alguna otra excusa que nos permita dormir tranquilos tan solo una noche más.

Los costarricenses cada nuevo amanecer nos estamos enfrentando a una nueva búsqueda de justificaciones en lugar de soluciones, que de una u otra manera nos reconforten aunque sea en su más mínimo, y es que las justificaciones son las que nos están permitiendo soportar la crisis de seguridad ciudadana a la que se está enfrentando nuestro país, brindándonos un efecto terapéutico, que consiste en crearnos una ingenua, pero exquisita seguridad, de que eso nunca nos va a pasar a nosotros, hasta que nos pasa. Y así efectivamente lo creía yo hasta ayer, cuando a eso de las 7:15 pm cuatro infelices porque otra la palabra no les cabe, ingresaron a la casa de mi tía fuertemente armados, cubriendo sus rostros con pasamontañas y encañonaron a mis padres, dos tíos y tres primos, disparándole a mi tío en una de sus piernas.

A un lado quedaron los grandes muros, los sistema de cámaras, las costosas alarmas o el alambrado navaja, todo esto a la larga resulto prácticamente inútil, ya ni tan siquiera el factor que la casa se encontrara con gente en el momento del asalto, pudo limitar a los hampones, el poder que les otorgan sus armas fue superior a cualquiera de estas trabas, ya de lado ha ido quedando el mito de que sólo se meten a robar a la casa cuando dejamos la casa sola, ya hoy eso no representa más que un simple plus para los hampones.

Ya no importa que uno viva en Rohmoser, la Carpio o Cartago, la inseguridad ya no tiene fronteras ni mucho menos barreras, ni prácticamente un definido publico meta, la delincuencia deambula libre por las calles, mientras somos nosotros los que ingenuamente nos enceramos en verjas, murallas y cuanto sistema de seguridad salga al mercado, cuando todo debería ser al contrario. De por sí, ya ni esto esta funcionando, nada nos vuelve inmunes a la delincuencia, ni hemos encontrado una mejor solución para esta, que la justificación de la misma, simplemente nos queda más que rezar y pedir porque nuestras familias nunca tengan que vivir, lo que hoy no sólo mi familia es victima, sino cualquier cantidad de hogares costarricenses.

Solo Dios permitió que no mataran a uno de los miembros de mi familia, solo Dios nos ha dado la fortaleza de entrar a la casa y revivir uno a uno aquellos infames instantes, solo Dios sabe lo que siento mientras escribo esto y por lo que esta atravesando mi familia, lamentablemente por más que se hable del tema, nunca le daremos la atención necesaria, hasta que la tragedia misma, se haga presente en nuestras vidas.

La Prensa Libre publica el lunes 16 de abril ”Corrales tacha de “fraude” el referendo de Casa Presidencial”,
en el cual se informa sobre la nueva y vacilante postura del excandidato presidencial Don José Miguel Corrales y demás sectores en contra del TLC,
que ahora luego de vanagloriarse todo el día jueves en la tarde con su “hazaña” de someter el Tratado de Libre Comercio a la voluntad del pueblo, una vez lograda tal “gesta heroica” por parte de ellos, resulta que ahora, que el poder ejecutivo ha solicitado a la Asamblea Legislativa convocarlo él mismo, para de este modo agilizar el tramite, no realizando el proceso de recolección de firmas y salir así de una vez por todas de este aprieto, en el cual ni los grupos a favor o en contra estaban saliendo ganancioso, pero si perjudicado todo el país.

Deciden súbitamente quejarse y oponerse al mismo por el cual lucharon, ya que alegan que si es convocado por el poder ejecutivo, representaría un inexplicable fraude por parte de la casa presidencial, por lo cual mejor cifran sus esfuerzos difamando al poder ejecutivo y el propio TSE, que explicando este nuevo enloquecimiento de parte de ellos, quizás porque ni ellos mismos podrían explicarlo, ni siquiera matizándolo de su innata bondad, buena voluntad y preocupación por el país, tan característica en ellos.

¿Será porqué hasta los más honestos y defensores de la soberanía del pueblo como se hacen llamar los grupos en contra del TLC, tienen sus intereses? Si no es así, como justificar entonces, su oposición a querer salir de este aprieto del cual tanto se han quejado, de una forma rápida y sometida quizás al mayor instrumento democrático del que se dispone, en el cual únicamente será el pueblo quien decida el Sí o el No.

Los grupos en contra del TLC, la verdad es que ya no saben que inventar, ahora resulta que alegan que adelantar el proceso de la recolección de firmas, no les permitiría explicar a la gente acerca de las repercusiones del TLC, ¿pero acaso no hemos sido ya el país que más ha debatido sobre el mismo, sin llegar a tomar una determinación al respecto?, no se les vaya a olvidar que ya en todos los demás países firmantes el tratado ya se encuentra en vigencia, así que déjense de fábulas.

Primero dicen que quieren referéndum, luego se oponen al mismo, demostrando así que si realmente quisieran que se realizara tal, estarían de acuerdo con la decisión del ejecutivo. Luego dicen que en unos tres meses recogen las firmas fácilmente, pero ahora resulta que si quieren los nueve meses. ¿Pero acaso no era tarea fácil?

No vaya a ser que solicitan solo estos nueves, como uno más de sus mecanismos y artimañas para que no se tome una decisión sobre el mismo, calculando que en caso de que se los otorgasen posiblemente no le daría tiempo al país de realizar el referéndum y tomar una decisión sobre el tratado, ya que el periodo para tomar una decisión vence el ultimo día de febrero del próximo año. ¿Será que tienen miedo? Pero porqué tendrían miedo, si frecuentemente dicen que la mayoría de la población, se opone a la firma del tratado?

Ya basta de cuentos, de que si se llega a realizar el referéndum, los grupos a favor realizarían campaña para alentar el abstencionismo en las urnas, para que la decisión del pueblo no tenga carácter vinculante, cuidado con esta soberbia de dar por hecho de que el No se impondrá en el referéndum, no vaya a ser que se lleven una sorpresa. Como bien dice el refrán “Si tienen miedo compren perro”. Que los dos frentes vamos con todo y a ganar.

Así que ya dejen de lado estas ficciones, incongruencias y actitudes cobardes, démosle tramite al referéndum lo antes posible, para salir de este aprieto lo antes posible por el bien de nuestro país, sea cual sea la decisión del pueblo.

El día jueves 12 de abril cercanas las seis y media de la tarde,
se conoció la noticia de que el Tribunal Supremo de Elecciones falló a favor del referéndum vinculante respecto al Tratado de Libre Comercio con Centroamérica,
República Dominicana y los Estados Unidos (CAFTA), en medio del asombro de algunos y el encanto de otros. La noticia no significa más que el inicio oficial de una nueva campaña electoral, como la vivida hace tan sólo, menos de año y medio, solo que esta vez las fuerzas estarán aglutinadas únicamente en dos frentes, los grupos en contra y favor de dicho tratado.

Quizá esta campaña electoral podríamos decir que no tiene mucho de nueva, y que inició desde el momento de la discusión sobre la negociación con los Estados Unidos para lograr dicho acuerdo comercial. Lo que si resulta más que ineludible, es negar que desde aquel momento, nuestro país ha venido polarizándose dramáticamente entre estas dos fuerzas, inclusive radicalizándose en algunos sectores. Para nadie es un secreto que los dos grupos en ocasiones han recurrido a las mentiras para justificar sus diferentes posturas, pero lo más triste del asunto no sólo es eso, sino es que lamentablemente en ocasiones, las mentiras se han combatido con más mentiras, ocasionando en algunos casos un estado de confusión total, trayendo como consecuencia el aumento de esta fuerte polarización y algunas veces radicalización de las que les hablo.

Constantemente escuchamos amenazas de uno u otro sector, de que si se aprueba el TLC, absolutamente todo el país se vendrá por la borda, y de que si se rechaza, todos moriremos de hambre y acabaremos sin empleo. Pero las amenazas no quedan en un nivel tan macro, inclusive ya hoy son visibles aunque no las queramos ver, cierto tipo de amenazas en un nivel micro algunas veces disfrazadas, en diferentes instituciones, organismos, medios de prensa, gremios inclusive instituciones de educación, como por ejemplo distintas Universidades, Facultades, Escuelas, las cuales se inclinan hacia uno u otro sector, dinamitando en ocasiones el pluralismo y libertades de los estudiantes y profesionales, que sienten temor de expresar públicamente su posición y defenderla con ahínco, por temor a todo tipo de represalias de carácter social y en el peor de los casos laboral o académico, todo esto por no compartir su postura con la de una importante cantidad de personas dentro de la institución en la que se desenvuelven, o no compartir su posición con la de su profesor en el ámbito académico, o superior en el ámbito laboral.

Tristemente conforme pasan los días esta polarización en ocasiones se basa en posturas doctrinarias o meramente ideológicas, donde diversos grupos pertenecientes a diferentes posiciones dentro del espectro ideológico, se proclaman sin temor alguno como los conocedores de la verdad absoluta, aduciendo que los que no comparten su determinada posición es debido a la ignorancia que los domina o sencillamente no están informados. Todo esto se confabula para ir dejando de lado la sana discusión entre los diferentes grupos, o mejor aún el proceso informativo que cada uno debería realizar acerca del tratado, escuchando diferentes opiniones por parte de grupos a favor y en contra, de manera que no sólo accedan a información parcializada, para que luego reflexionen sobre las mismas, y tomen individualmente su propia postura acerca de tal acuerdo comercial.

Dejemos de lado estos temores luchemos por lo que creemos, defendamos el modelo de país del que queremos disfrutar y que disfruten en un futuro más próximo nuestros hijos; aprovechemos el referéndum, instrumento del que no todos los ciudadanos del mundo pueden gozar, revitalicemos nuestra democracia y hagamos que esta campaña pase del miedo y la ignorancia, hacia la libertad y el respeto.

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