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Hoy es frecuente escuchar en nuestro país la realización de todo tipo de “debates”,
entre comillas sí,puesto que muchas veces la palabra debate me parece les queda grande, ya que donde solo son tomados en cuenta intelectuales expositores de la postura del No, es todo lo que quieran llamarle menos un debate. Pero en fin lo rescatable del asunto es que de cara al referéndum del día 7 de octubre, los grupos a favor como en contra del tratado, han iniciado una campaña de información ardua debido a la celeridad del proceso que lamentablemente no se dio en igual medida cuando la ratificación del acuerdo comercial estuvo en las manos de la Asamblea Legislativa, por lo cual ya parece visualizarse un aumento considerable de debates en el amplio y verdadero sentido de la palabra, entre los posiciones enfrentadas en el último tiempo.

Me parece que si en algún momento existieron críticas por parte de ciudadanos deseosos de informarse, aquejando desinformación por parte de uno u otro bloque, esto ya no es así, debido al sinnúmero de simposios, mesas redondas, conversatorios, charlas, capacitaciones o debates que organizan diferentes instituciones u organismos que buscan la aprobación o desaprobación del tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Lo importante aquí es que sí el clamor constante de los grupos en contra que pretendía endilgarle una supuesta campaña de desinformación por parte de los interesado en la aprobación de dicho acuerdo, en la actualidad no tiene hoy lugar para que continué por lo expuesto con anterioridad, lo que resulta más que fundamental es que nosotros como costarricenses podamos discernir entre la desinformación y la mal información, peligrosas las dos, pero desde mi punto de vista sobre todo la segunda de ellas por su efecto enajenador, seductor y falaz.

En este aspecto es donde los grupos, movimientos, asociaciones, ciudadanos que dedicamos una importante parte de nuestro tiempo a informar y a la discusión del mismo, así como los asistentes a las actividades informativas realizadas por estos grupos, identifiquen cuál es al tipo de debate, discusión u otra actividad informativa que desean realizar o asistir, si aquellas cargadas de aspectos técnicos en ocasiones especificas de un determinado tema del tratado; aquellas donde se menciona escuetamente lo relacionado con el acuerdo, pero se recurre a despertar sentimientos antiimperialistas, aspectos ideológicos, glorias del pasado; o aquellas donde por decirlo así, se nos aterriza el tratado a nuestra situación propia, brindándonos en forma simple y sencilla de como el tratado nos puede afectar o beneficiar en nuestra condición de agricultores, consumidores, pertenecientes a un sector o gremio e inclusive como habitante de una región particular, entre otras.

En lo personal creo que la campaña electoral en el ámbito informativo iniciada de cara al próximo referéndum, por parte de opositores y defensores del tratado, ha pecado en el exceso de alguna de las dos primeros tipos de debates o actividades informativas, los grupos defensores de la aprobación a mi parecer han pecado de técnicos, mientras que los grupos opositores al acuerdo han recurrido a cuestiones del segundo tipo de actividades apelando más que todo a cuestiones de carácter ideológico, sentimientos antiimperialistas y discursos del pasado.

Cuando la mayoría de los costarricenses lo que nos encontramos es urgidos del tercer tipo de actividad informativa que menciono, actividades que deben ir dirigidas a todos los costarricenses por igual, pero sobre todo a los sectores poblacionales que no tienen mucho tiempo a dedicar al tratado por cuestiones familiares o de trabajo, a aquellos pobladores de zonas rurales o que simplemente se encuentran fuera de la gran área metropolitana donde tristemente se han concentrado este tipo de actividades. No se nos pueden olvidar ese tipo de personas, y no sólo por cuestiones electorales donde el voto de un poblador del Valle Central vale lo mismo que uno de la Zona Norte, sino porque todos somos costarricenses por ende preocupados por el futuro del país y aunque algunos no lo vean así, mucho de nuestro futuro esta en juego el día 7 de octubre.

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